18 diciembre 2019

Los optometristas deben nadar en lo hondo y evitar las referencias excesivas.

Escrito por Michael Brown para Optometry Times.

Hace unos meses, estaba entrevistando por teléfono a un posible estudiante externo de la Clase de 2020. Iba muy bien; el estudiante había aprendido de antemano detalles sobre nuestra clínica, hizo preguntas inteligentes y anticipó y respondió muchas de las mías.

A medida que terminamos, volví a la misma pregunta que le hice a numerosos extranjeros y residentes a lo largo de los años: "¿Qué es lo que más quieres obtener de esta experiencia?"

Me sorprendió con su respuesta: "Dr. Brown, quiero saber a qué tipo de enfermedades y afecciones oculares me puedo aferrar y manejar, y cuándo necesito referirlas. No quiero parecer estúpido con excesivas referencias".

El exceso de referencias no es el desafío más apremiante que enfrenta nuestra profesión, pero es un obstáculo que nos detiene.

Para poder tratar y manejar la enfermedad ocular de manera adecuada, debemos saber lo que no sabemos; cuándo "mantener" los casos y cuándo "soltarlos".

Si bien los nuevos optometristas poseen el conocimiento y las habilidades necesarios para comenzar a practicar de manera independiente, aún necesitan más práctica de atención al paciente para saber la diferencia de manera confiable.

No es solo optometría, todos los profesionales de la salud están en el mismo barco. Todos continúan subiendo una empinada curva de aprendizaje al salir. Los primeros años son un momento crítico en la vida de los médicos jóvenes, y las decisiones que toman y las oportunidades que persiguen durante ese período marcarán el curso de sus carreras, para bien o para mal.

Los optometristas deben continuar madurando y agregar más habilidades a nuestras herramientas para poder cumplir nuestro papel en un mundo donde la población está envejeciendo y la necesidad de sistemas de atención ocular accesibles, eficientes y de calidad se vuelve más crítico.

Así como los médicos de medicina familiar ahora están siendo entrenados para realizar procedimientos y manejar pacientes que alguna vez fueron remitidos inmediatamente a especialistas, también los optometristas deben ampliar el repertorio para evitar referencias excesivas y así reservar servicios y recursos secundarios y terciarios avanzados para los pacientes con necesidades más críticas.

Los optometristas que practican cerca de médicos directamente tienen oportunidad de continuar aprendiendo el manejo de la enfermedad ocular y discernir los muchos tonos de normal y anormal.

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