Tener un examen puede sentirse intimidatorio para mucha gente. Puede ser por el equipo desconocido, el miedo a malas noticias, o simplemente no saber qué esperar.
Pero un examen es simple, indoloro y esencial para proteger la salud.
La pérdida de visión puede impactar significativamente la calidad de vida de una persona, haciendo difícil las tareas diarias como leer, manejar o reconocer caras. Incrementa el riesgo de caídas y lesiones, especialmente entre los adultos mayores, llevando a aislamiento, depresión y pérdida de independiencia.
La detección y tratamiento temprano son críticos, ya que muchas causas de pérdida de visión son prevenibles o manejables mediante cuidados oportunos.
Pero los exámenes visuales regulares pueden hacer más que solo revisar la visión. Pueden detectar signos tempranos de condiciones como glaucoma, diabetes e hipertensión sanguínea.
Un examen visual completo incluye varios pasos.
- Revisión del historial médico.
Conocer el estado de salud general del paciente, la historia familiar de enfermedades oculares, registro del consumo de medicamentos, registro de las molestias del paciente.
- Prueba de la agudeza visual.
Se usa una cartilla con letras para saber qué tan bien ve el paciente y si necesita lentes.
- Prueba de refracción.
Sirve para medir la graduación de los lentes necesarios para la buena visión.
- Prueba para analizar los músculos de los ojos y la respuesta de la pupila.
Se analiza cómo se mueven los ojos y si trabajan juntos y cómo reaccionan las pupilas a la luz.
- Examen con la lámpara de hendidura.
Con un microscopio especial se revisan las partes frontales del ojo, incluyendo la córnea, el iris y el cristalino. Este examen puede poner al descubierto las cataratas o lesiones en la córnea.
- Prueba de la presión intraocular.
Mide la presión adentro de los ojos y ayuda a detectar glaucoma.
- Examen de la retina.
Se usan gotas dilatadoras para expandir la pupila y revisar el fondo del ojo, la retina. Ayuda a detectar daño por enfermedades como diabetes o hipertensión.
Adicionalmente puede ser que se haga un examen del campo visual si es un examen de control de glaucoma.
Si durante el examen se dilató la pupila, se espera visión borrosa y sensibilidad a la luz durante varias horas después del examen.
La frecuencia del examen depende de la edad y los factores de riesgo. Para las personas mayores de 60 años o los grupos de riesgo el examen se recomienda cada año.
Los grupos de riesgo incluyen personas con diabetes, historia familia de enfermedades oculares, o aquellos que trabajan en ambientes visualmente demandantes o peligrosos.
Las personas, a partir de los 40 años de edad, deberían de tener un examen completo de la vista ya que algunos signos tempranos de enfermedad ocular y cambios en la visión pueden ocurrir a esta edad. El médico sugerirá la frecuencia de los seguimientos posteriores basándose en los resultados.
Referencia