09 octubre 2013

El sobreuso de los lentes de contacto

Las personas que usan los lentes de contacto durante más tiempo del recomendado, o que los usan indebidamente para dormir corren el riesgo de desarrollar problemas como ojo rojo agudo o “lente apretado”.

Signos y síntomas. Con frecuencia estas personas se levantan en la mañana con dolor ocular, acompañado de enrojecimiento, lagrimeo, mala visión y molestias por la luz.

Generalmente los signos incluyen un episodio de inflamación corneal aguda con enrojecimiento severo y dolor. Si la persona no puede quitarse el lente de contacto, el examen mostrará un lente sin movimiento y con desechos atrapados en la zona óptica. Después de remover el lente puede aparecer un teñido corneal con el patrón de los desechos mostrados.

Fisiología. Cuando el ojo está abierto, en condiciones normales, recibe su aporte de oxígeno directamente de la atmósfera. Cuando el ojo está cerrado o cubierto por el lente de contacto el oxígeno llega a la superficie anterior de la córnea mediante la difusión desde la conjuntiva palpebral superior.

Los lentes de contacto, en especial los de hidrogel, pueden reducir la cantidad de oxígeno que llega a la superficie anterior de la córnea. El movimiento de los lentes de contacto, la permeabilidad al oxígeno, el grosor y el tiempo de uso todos influyen en la disponibilidad de oxígeno para la córnea.

El manejo clínico de este problema empieza con suspender el uso de los lentes de contacto. La agudeza visual, la evaluación del dolor ante el movimiento de los ojos y las molestias por la luz, brindarán indicios sobre el grado de inflamación.

El exámen con el biomicroscopio descubrirá la presencia de defectos en el epitelio de la córnea o inflamación corneal. La tinción con fluoresceína en la superficie de la córnea expondrá áreas comprometidas y le permitirá al oculista evitar una úlcera. Si existen lesiones corneales el médico podrá recetar una terapia con antibióticos. Si las complicaciones no son mayores se sigue con la educación del paciente y tratamiento con lubricantes oculares, además de la revisión periódica hasta la solución del problema.

En casos severos el oculista podría recetar desinflamatorios dependiendo del impedimento visual que presente, la incomodidad y la severidad de la inflamación.

Una vez resuelto el problema puede considerarse la readaptación de los lentes de contacto. Siempre teniendo en cuenta que las personas que han tenido un episodio de complicaciones oculares debidas al uso de lentes de contacto son susceptibles de repetirlo. Por lo tanto estos usuarios deben ser educados en el uso adecuado de los lentes de contacto.

Referencia

Foto de Maikel Nai