05 mayo 2010

Implante retinal

Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) están trabajando en un implante retinal que podría ayudar a los ciegos a recuperar un nivel útil de visión. El implante ocular está diseñado para gente que ha perdido su visión debido a retinitis pigmentosa o degeneración macular senil, dos de las principales causas de ceguera.

La prótesis retinal se encargaría de la función de las células retinales perdidas mediante el estímulo eléctrico de las células nerviosas que normalmente transmiten la información visual desde la retina hasta el cerebro. El chip no restaura la visión normal pero podría ayudar a los ciegos a caminar más fácilmente por una casa o por la calle. “Cualquier cosa que les ayude a ver un poco mejor y les permita identificar objetos y moverse a través de la casa sería una enorme ayuda,” dice Shawn Kelly, investigador del MIT.

El equipo, que incluye científicos, ingenieros y oftalmólogos ha estado trabajando en el implante retinal por 20 años. Dirigidos por John Wyatt, profesor de Ingeniería Eléctria del MIT, el equipo ha reportado un nuevo prototipo que esperan empezar a probar en ciegos en los próximos tres años.

Los pacientes con el implante usarían unos lentes con una cámara que manda la imagen al microchip implantado en el globo ocular. Cuando el microchip recibe la información visual, unos electrodos que estimulan las células nerviosas en áreas de la retina específicas que a través del nervio óptico llevarían la señal al cerebro. Todavía no se sabe qué clase de visión produce esta estimulación directa, ya que en las pruebas realizadas hace 10 años, con implantes que se ponían por varias horas, los pacientes reportaban ver “nubecitas” o “gotas de sangre” cuando los electrodos eran activados.

Después de estos estudios iniciales, los investigadores empezaron a construir un implante que les permitiría hacer pruebas por más tiempo. Su objetivo es producir un chip que pueda ser implantado por 10 años.

Uno de los principales retos que enfrentan es diseñar un procedimiento quirúrgico que no dañe el ojo, ya que los probados anteriormente tenían riesgo de daño a la retina; riesgo que ha disminuido en la última versión que se implanta fuera del ojo.

Otra mejora que ha logrado el equipo es que el chip está contenido en un estuche sellado de titanio, que elimina el riesgo de que entre agua y dañe el circuito, que tenía el anterior estuche de silicón.

Los pacientes han dicho que los que más les gustaría es reconocer las caras. “Si pueden reconocer las caras de la gente en una habitación, eso los pondría dentro del ambiente social en lugar de permanecer sentados esperando que alguien les hable, dijo Kelly.

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