31 diciembre 2014

De la hojita del calendario


Si crees que eres demasiado pequeño para hacer una diferencia, trata de dormir con un mosquito.


Foto de Razvandm

24 diciembre 2014

Los medicamentos para glaucoma y sus efectos secundarios


Escrito por Sunita Radhakrishnan, MD y Andrew Iwach, MD.

Las opciones para el tratamiento del glaucoma incluyen gotas para los ojos, procedimientos con laser y cirugía. Todas estas opciones tienen como fin bajar la presión intraocular para mantener protegido al nervio óptico.

Actualmente, las gotas para los ojos son con frecuencia la primer opción para tratar a los pacientes con glaucoma. Para muchas personas una combinación de medicamentos y tratamiento con laser pueden significar un seguro control de la presión intraocular por años.

Las gotas usadas bajan la presión intraocular ya sea mejorando el drenaje o disminuyendo la cantidad de fluído que se produce en el ojo. Las del primer tipo tienen pocos efectos colaterales pero están asociadas con cambios en el ojo mismo, incluyendo cambios en el color del iris y crecimiento de las pestañas. Dependiendo del individuo, algunas marcas pueden ser más efectivas y producir menos efectos colaterales.

Medicamentos como el timolol es el segundo más usado y funciona disminuyendo la producción de humor acuoso. Está disponible en forma genérica y es relativamente barato. Más aún, los efectos colaterales pueden ser minimizados cerrando los ojos después de la aplicación o usando una técnica llamada oclusión de los puntos lagrimales que previene que el fármaco entre al conducto de drenaje de la lágrima y circule por el cuerpo.

Los alfa-agonistas funcionan disminuyendo la producción de fluído e incrementando su drenaje. Algunas personas pueden tener reacciones alérgicas a los preservativos que contienen estas gotas.

La combinación de medicamentos puede ser una alternativa para pacientes que necesitan más de un tipo de medicamento. Por ejemplo, Cosopt es una combinación de timolol y dorzolamida.

Por supuesto que ningún medicamento puede ser efectivo si no se utiliza según la receta médica. Hay algunas razones por las que la gente no se pone sus medicamentos. Una razón es que se les olvida. Recordar ponerse los medicamentos es uno de los retos de cualquier enfermedad crónica, y el glaucoma no es la excepción. Para recordar el medicamento, puede ser útil asociarlo con alguna actividad que uno haga diariamente como lavarse los dientes, o usar alguna alarma como el reloj o el teléfono. Una segunda razón para no usar los medicamentos es económica. Los medicamentos para control de glaucoma pueden ser caros.

Tratamiento con laser. Para pacientes que no toleran los medicamentos o para quienes no son suficientes, el tratamiento con laser continúa siendo una excelente alternativa. El laser puede ser usado también como tratamiento primario. La ventaja es que si la disminución de la presión es la adecuada solo con el tratamiento laser, ya no se necesitará el uso de medicamentos, y sus efectos colaterales asociados.

El efecto del tratamiento con laser en general no es permanente, y muchos pacientes requerirán medicamentos. El tratamiento con laser más común para el glaucoma es la trabeculoplastía con laser argón.

Los posibles efectos colaterales de los medicamentos usados para control de glaucoma incluyen: posibles cambios en el color de los ojos y la piel de los párpados, ardor, visión borrosa, enrojecimiento ocular, comezón, presión sanguínea baja, fatiga, dificultad para respirar y algunas veces hasta depresión. También puede haber dolor de cabeza, somnolencia, resequedad de boca y nariz y reacción alérgica.

Referencia

Foto de Pippalou

17 diciembre 2014

Ceguera nocturna reversible: la importancia de la vitamina A

Las vitaminas esenciales son aquellas que deben ser obtenidas de la dieta o suplementos. La mala absorción de diferentes etiologías, incluyendo la resección intestinal y la cirugía bariátrica, pueden llevar a deficiencias de estas vitaminas.

Reportamos un caso de ceguera nocturna reversible (nictalopía) secundaria a deficiencia de vitamina A, que sirve como un recordatorio de la condición y también como advertencia de que su incidencia puede ir en aumento en el mundo desarrollado dada la popularidad de la cirugía bariátrica.

Una mujer de 55 años de edad se presentó con una historia de dos años de progresiva ceguera nocturna. Se mantenía asintomática con la luz del día, pero casi ciega al grado de que encontraba difícil manejar a menos que las condiciones fueran clara y brillantes. También se tropezaba con los muebles o carros estacionados mientras caminaba por la ciudad al oscurecer. No tenía una historia familiar de enfermedad ocular. Tenía, sin embargo, una historia médica de enfermedad de Crohn y tres resecciones intestinales previas, que subsecuentemente le llevó al estado de mala absorción del síndrome del intestino corto.

Además de inyecciones de vitaminas B12, no había recibido otro suplemento vitamínico. Su dieta incluía muchos vegetales pero no consumía fruta. Fumaba 10 cigarros diariamente y consumía 5-6 unidades de alcohol semanalmente.

En el exámen, su agudeza visual corregida fué de 20/16 bilateralmente. El examen del segmento anterior resultó sin complicaciones, sin evidencia de patología corneal. No tenía anormalidades en la pupila y la campimetría resultó normal. El fondo de ojo mostraba disco y mácula saludables, pero presentaba manchas blancas en la retina periférica en ambos ojos.

Se consideró el diagnóstico de nictalopía y dada su historia de resecciones intestinales, la deficiencia de vitamina A fué la causa más probable. Investigaciones posteriores revelaron un nivel reducido de vitamina A y un electroretinograma demostró respuestas subnormales consistentes con deficiencia de vitamina A.

El traramiento inicial con suplementos orales de vitamina A fué inefectivo, sugiriendo que la deficiencia estaba relacionada a la mala absorción más que a insuficiencia en la dieta. Se inició entonces un tratamiento parenteral de vitamina A de 50,000 unidades mensualmente y por los siguientes 18 meses su visión mejoró notablemente.

Las manchas blancas que se habían visto en el fondo del ojo desaparecieron. El electroretinograma fué normal, confirmando el mejoramiento sintomático.

La vitamina A es esencial en el ojo para la salud de la córnea y conjuntiva. También es un componente vital del proceso de fototransducción que permite la visión humana.

Las manifestaciones sistémicas de la hipovitaminosis A son variadas, pero entre las complicaciones oculares están la resequedad corneal, queratomalasia y retinopatía. Sin embargo, la nictalopía es el síntoma común más temprano. Estas complicaciones pueden llevar a pérdida visual permanente si permanecen sin tratamiento.

Si se tratan a tiempo, se puede recobrar la función visual con la terapia adecuada. Sin embargo, debido a la presencia de considerables reservas hepáticas de vitamina A, el desarrollo de los síntomas carenciales pueden ocurrir muchos años después de la cirugía.

Esta situación, combinada con la rareza de la deficiencia de vitamina A en el mundo desarrollado, puede llevar a un retraso en el diagnóstico y tratamiento.

La deficiencia de vitamina A es un problema primario en el mundo subdesarrollado debido a la malnutrición. No es común en los países desarrollados, ocurriendo principalmente en personas con enfermedad del hígado, mala absorción severa o quienes han tenido cirugías intestinales. Pero la incidencia puede ir en aumento con el reciente incremento de la cirugía bariátrica, que está ganando popularidad a nivel mundial debido al incremento de la obesidad.

Ya que las complicaciones oculares de la deficiencia de vitamina A son reversibles con el tratamiento adecuado, es una condición que deben tener presente los profesionales que evalúan la función visual. En particular, la deficiencia de vitamina A debería tomarse en cuenta en el diagnóstico diferencial de ceguera nocturna, que puede ser confirmada con un simple examen de sangre.

Referencia:


Foto de Melschmitz

10 diciembre 2014

Dermatochalasis

Escrito por Marc R. Bloomenstein, OD, para Optometry Times.

Las anormalidades de párpados parece que están escasamente diagnosticadas, dejando a las personas con ojos rojos y que impiden la visión del campo visual superior.

El origen de la dermatochalasis son los camibos normales que se dan con la edad, en la piel de cualquier parte del cuerpo. Hay un adelgazamiento del tejido epidérmico con pérdida de elastina, resultando en laxitud e hipertrofia de la piel. Así, la expresión facial normal, como reir, entornar los ojos, llorar, etc.—combinado con la acción de la gravedad—a través de los años induce una caída de los párpados.

En el caso de los párpados, la dermatochalasis describe una condición fisiológica común vista clínicamente como flacidez del párpado superior, y en algún grado, el párpado inferior.

Es típicamente bilateral y con más frecuencia se ve en personas mayores de 50 años de edad, pero puede ocurrir de manera infrecuente en algunos adultos jóvenes. La revisión de los párpados de estas personas muestra la piel laxa con una adhesión pobre.

La dermatochalasis es una preocupación cosmética para algunas personas, pero la pérdida del campo visual superior es un asunto médico real.

En algunas ocasiones la piel floja puede causar entropión, inducir alguna triquiasis, y algo de incomodidad.

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03 diciembre 2014

Desórdenes oculares comunes que aparecen con la edad


Aunque con el paso del tiempo la gente se vuelve más vulnerable a desarrollar cataratas, glaucoma o degeneración macular, puede ser muy buena suerte no padecer enfermedades serias. A medida que se envejece, sin embargo, puede haber cambios en la visión, que son menos críticos que esas enfermedades.

  • La presbicia, o necesidad de lentes para leer, es la pérdida de la capacidad para enfocar objetos cercanos y uno de los primeros signos de que los ojos están mostrando su edad.

    Puede empezar al final de la tercera década de vida, pero en general empieza entre los 40 y 45 años de edad y gradualmente empeora durante las siguientes 3 décadas. No es una enfermedad y no se puede prevenir. Aunque todo mundo se volverá présbita en algún momento, casi siempre los hipermétropes llegarán a una edad más temprana. Llegado el momento de usar lentes para cerca, las opciones son: lentes de cerca, bifocales o progresivos.

  • Problemas de los párpados. La edad puede afecta los músculos y la piel de los párpados de varias maneras. Algunas veces el problemas es solo cosmético pero otras veces puede interferir con la visión o irritar los ojos.

    Ptosis o párpado caído. Como otras partes del cuerpo que responden a la gravedad con el tiempo, los párpados pueden empezar a hundirse a medida que los músculos pierden su fuerza. Un golpe en los ojos, problemas naurálgicos o enfermedades como la diabetes pueden precipitar esta condición.

    Aunque la caída del párpado es más una preocupación cosmética, puede convertirse en un problema si el párpado cubre, aunque sea parcialmente, la pupila. Un examen oftalmológico puede descubrir la causa y buscar el tratamiento para cada condición particular. Si no existe tratamiento, queda la opción de la cirugía, llamada blefaroplastía.

  • Moscas. Una vez que se alcanzan los 60 años, es común notar ocasionalmente puntos negros o grises, manchas opacas que se atraviesan en la línea de visión, particulamente cuando estamos viendo la computadora, un fondo de color sólido o al leer.

    Estas “moscas” son pequeños grupos de células que se han separado del humor vítreo. Típicamente son el resultado de el deterioro del humor vítreo debido a la edad. Lo que realmente se ve son las sombras que estos gránulos proyectan sobre la retina.

    Cerca de un 25 % de personas tienen desprendimiento de vítreo y “moscas” a los 60 años, y 65% a los 80. En la mayoría de las veces, aunque son molestas, no son peligrosas.

    En ciertos casos pueden ser indicio de desprendimiento de retina, por ejemplo cuando aparecen de manera súbita y parecen empeorar con el tiempo.

    Una vez que las “moscas” han sido revisadas, se tendrá que aprender a vivir con ellas sin son declaradas sin peligro. En la mayoría de los casos, disminuirán gradualmente a través de las semanas y los meses, aunque pueden no desaparecer completamente. Aunque pueden removerse quirúrgicamente, el riesgo de la cirugía es más grande que el de las mismas “moscas”.

  • Destellos. Ver destellos de luz, llamadas fotopsias, es también un problema relacionado con la edad. Estos son vistos cuando los movimientos del vítreo crean una tracción en la retina. Cuando el vítreo se vuelve líquido los destellos pueden aparecer por varios segundos, siendo más obvios cuando se mueven los ojos o cuando se está en un cuarto oscuro.

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