11 noviembre 2009

Evaluación optométrica del paciente senil

El siguiente es un resumen de la presentación Evaluación Optométrica del Paciente Senil, expuesto en el Quinto Congreso de Actualización en Optometría que se realizó el mes de octubre en Morelia, Michoacán

En la exposición del MCO Sergio Ramírez G, Jefe de la Carrera de Optometría de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, se nos explica que al atender a las personas de entre 60 y 80 años de edad, considerados seniles, nos enfrentamos a un gran reto, ya que esta población no está siendo debidamente cuidada. El maestro Ramírez aconseja su manejo como pacientes de visión subnormal.

Para comprender su situación, primero es necesario saber que cada envejecimiento es diferente, además de no dejarse llevar por el aspecto. Los factores a considerar en el envejecimiento son los cambios fisiológicos, las enfermedades, los medicamentos que se toman, los cambios psicológicos, los problemas de comunicación y los cambios normales en el ojo senil.

Un cambio fisiológico importante es la disminución de agua en el cuerpo, disminución de los receptores nerviosos, disminución de la vascularización, aumento en la sensibilidad térmica, la piel se torna seca, arrugada y se mancha.

En la cara, la pérdida de grasa puede provocar que los ojos se hundan, y que aparezca entropión o ectropión. Con frecuencia el paciente senil reporta comezón, ardor, ojo lloroso y ojo rojo. La disminución en el riego sanguíneo puede provocar amaurosis fugax y dolor de cabeza.

Se ve también en el paciente senil una disminución en su habilidad para aprender y en su memoria. Además de que en general su estado emocional es depresivo y siente miedo. El sueño se deteriora y los cambios sociales que trae consigo su jubilación llevan a un estado de enajenación.

Para mejorar la atención al paciente senil se recomienda adecuar el mobiliario y la iluminación en el gabinete optométrico, así como preferir las horas de media mañana para su atención, en lugar de verlos por la tarde. Tomar en cuenta que la temperatura debe ser cómoda para ellos, de unos 26 grados centígrados, y hablarles claramente para una buena comunicación.

Como la película lagrimal tiende a volverse deficiente y se debilitan los párpados, es seguro que se verá beneficiado por el uso de lágrima artificial. Además, tanto la córnea como el cristalino pueden perder transparencia, por lo que también será favorable el uso de filtros de colores en sus lentes, para mejorar la sensibilidad al contraste. Los colores que se recomienda probar son el amarillo y el azul inicialmente.

Será bueno darle a conocer el diagnóstico, así como las opciones de tratamiento.

Esta entrada fue reproducida por la revista Topsa News y publicada en el número 2009/N°06.