En las graduaciones gruesas, a partir de 3 dioptrías en lentes positivos, la distancia del lente al ojo importa.
Separar los lentes positivos de los ojos es equivalente a aumentar su graduación positiva efectiva.
Para entender esto, debemos considerar el concepto de potencia de la lente y distancia al vértice.
Las lentes positivas o convergentes se utilizan para corregir la hipermetropía y la presbicia. Su función es hacer que los rayos de luz converjan en la retina.
La distancia al vértice es la distancia entre la superficie posterior de la lente y el vértice de la córnea. Esta distancia es importante porque la potencia de la lente se calibra para una distancia específica.
Cuando separamos una lente positiva del ojo (aumentamos la distancia al vértice), la luz tiene más espacio para converger antes de llegar al ojo. Esto hace que la lente actúe como si tuviera una mayor potencia, es decir, aumenta la convergencia de los rayos de luz.
Entonces, alejar una lente positiva del ojo equivale a subir la graduación positiva, haciendo que los objetos se vean más grandes y más cerca (para el caso de la presbicia o hipermetropía). Acercar una lente positiva al ojo equivale a bajar la graduación positiva, haciendo que los objetos se vean más pequeños o más lejos.
Por esta razón, es crucial que los lentes estén correctamente ajustados a la distancia al vértice adecuada, ya que una variación puede afectar la corrección visual y causar molestias como visión borrosa o fatiga visual.
Si notas que necesitas alejar o acercar tus gafas para ver bien, es una señal de que tu graduación ya no es la correcta o el armazón no está ajustado correctamente.
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