02 julio 2025

Cirugía refractiva y glaucoma.

Escrito por Sarwat Salim para Glaucoma Research Foundation.

Aunque es raro desarrollar glaucoma como resultado de la cirugía refractiva LASIK, aquellos que están en riesgo de desarrollar glaucoma o ya lo tienen, requieren de consideraciones especiales antes, durante y después de la cirugía refractiva.

La cirugía refractiva más común es el LASIK. Implica remodelar la córnea con láser a fin de mejorar la agudeza visual y brindar una alternativa al uso de lentes para la corrección visual.

El LASIK con frecuencia se realiza para corregir la miopía, que es un factor de riesgo para desarrollar glaucoma. Además, las personas miopes tienen más riesgo de tener un aumento en la presión intraocular con el uso de esteroides, que se usan de manera rutinaria después de la cirugía.

También es importante reportar al cirujano si hay antecedentes familiares de glaucoma para tomarlo en cuenta en la evaluación médica.

Durante el LASIK, se crea un colgajo corneal y se usa energía láser para remodelar el tejido corneal debajo del colgajo. Para estabilizar el ojo, la presión intraocular se incrementa significativamente durante la formación del colgajo. Aunque este incremento es temporal el potencial impacto al nervio óptico debería discutirse con el médico.

En presencia de glaucoma, existen otras opciones de cirugía refractiva, como la quetarectomía fotorefractiva (PRK) que no requiere de la formación del colgajo.

Después de la cirugía generalmente se usan gotas oculares con esteroides para reducir la inflamación, y el tratamiento es más largo después de la PRK que de LASIK.

Los esteroides pueden aumentar la presión intraocular y provocar glaucoma; por lo tanto es crítico monitorear la presión intraocular cuidadosamente después de la cirugía.

Sin embargo, la correción visual con láser para miopía adelgaza la córnea,lo que conduce a una subestimación de la presión con las herramientas de medición de uso común. Esta subestimación puede enmascarar la elevación de la presión relacionada con los esteroides y provocar un retraso en el tratamiento.

Debido a la dificultad para obtener medidas precisas, debe usarse más de un instrumento. Además, monitorear el nervio óptico y la visión periférica se vuelve más importante.

Cuando se llega con un nuevo oftalmólogo, es importante reseñar el historial de la correción con láser y todas las pruebas y resultados obtenidos para que el seguimiento sea más fácil.

En resumen, la cirugía refractiva no está prohibida para pacientes con sospecha de glaucoma y aquellos con un glaucoma temprano bien controlado.

Sin embargo, se necesita una evaluación minuciosa antes de la cirugía y un monitoreo cuidadoso de la presión intraocular después de la cirugía.

Referencia

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