Los lentes de contacto con nueva tecnología pueden hacer más fácil para los pacientes apegarse a sus planes de medicamentos y monitorear los cambios en la presión intraocular.
Mientras que el control del glaucoma había sido desafiante hasta hoy, la noticia es que la nueva tecnología en lentes de contacto está cambiando las reglas.
Los nuevos lentes de contacto hacen mucho más que corregir la visión. Están ayudando a la gente a ponerse sus medicamentos, monitorear constantemente la presión intraocular, e incluso a ponerse directamente el medicamento en el ojo. Eso significa menos gotas que recordar, tratamiento más consistente y mayor paz mental.
En lugar de preocuparse por ponerse las gotas, simplemente se ponen los lentes de contacto que libera el medicamento gradualmente, a lo largo del día.
Algunos lentes (como los que contienen una capa de latanoprost) han demostrado tener mejores resultados que las gotas tradicionales.
Por otro lado, la presión intraocular no es estática. Fluctúa a lo largo del día.
Para personas con glaucoma los picos de presión pueden ocurrir durante la noche o entre la revisiones médicas, causando daño. Ahí es donde el monitoreo continuo puede hacer la gran diferencia.
Hay lentes como “Triggerfish”, que registran los cambios en la presión a través del día. Estos lentes le dan al médico y los pacientes una idea del comportamiento de la presión a través de las horas y no solo durante la consulta.
Algunos nuevos modelos van aún más lejos utilizando alambres ultrafinos para transmitir datos al teléfono.
Estudios posteriores ayudarán al médico a entender mejor cómo se relaciona la información de las mediciones del lente de contacto con el riesgo de que el glaucoma empeore. Esto permitirá a los pacientes y sus médicos ajustar los planes de tratamiento con rapidez y certeza, permitiendo preservar la visión.
Un lente de contacto podría monitorear la presión intraocular y aplicar el medicamento solo cuando sea necesario. Esa es la promesa de algunos lentes diseñados tanto para diagnóstico como para tratamiento.
Investigadores de la Universidad de Pohang en Corea del Sur han desarrollado un lente que hace eso: aplica el medicamento cuando detecta la presión elevada.
Aunque todavía está en fase de prueba, algunos estudios con animales han mostrado un control de la presión consistente, que se traduce en la protección al nervio óptico.
Esto podría significar para los pacientes menos medicamentos y un enfoque personalizado del tratamiento.
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