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17 marzo 2021

¿El galucoma duele?

Escrito por Yvonne Ou, University of California, San Francisco, UCSF Medical Center.

Cuando los pacientes tienen un ataque de glaucoma de ángulo cerrado, sufren de un dolor intenso, y puede causar dolor de cabeza e incluso náuseas y vómito.

En un ataque de glaucoma de ángulo cerrado la presión intraocular sube rápidamente y además de dolor puede causar que la córnea se vuelva opaca y entonces los pacientes notan que no ven bien.

Este problema es una emergencia médica que requiere de tratamiento inmediato, ante el riesgo de daño permanente e incluso ceguera.

El tratamiento consiste en bajar la presión intraocular con medicamentos y realizar una iridotomía con láser que crea un pequeño agujero en el iris usando la luz del láser. La abertura permite el aumento del flujo de humor acuoso disminuyendo la presión dentro del ojo.

Una vez que es aliviado el ataque el dolor empieza a resolverse, aunque puede tomar algún tiempo para que deje de doler completamente.

Además del ataque de glaucoma descrito, hay formas secundarias de glaucoma por cierre de ángulo que pueden ser dolorosas. Una de estas formas es el glaucoma neovascular, con frecuencia relacionado con retinopatía diabética o con oclusión de los vasos de la retina.

En el glaucoma neovascular, el ángulo de drenaje se cierra gradualmente debido a la aparición de nuevos vasos que crecen en el iris y el ángulo de drenaje. Eventualmente el ángulo es bloqueado totalmente y la presión intraocular sube mucho provocando un fuerte dolor ocular.

En este caso el tratamiento con frecuencia es quirúrgico porque los medicamentos por sí solos no bajan la presión lo suficiente.

Otra forma de glaucoma que puede ser dolorosa es la provocada por uveítis, que es una forma secundaria de glaucoma relacionada con uveítis o inflamación ocular.

Algunas veces la uveítis misma causa ojo rojo y con dolor aún cuando la presión no esté elevada. Además, la inflamación ocular puede llevar a que los desechos obstruyan el ángulo de drenaje y aumente la presión intraocular, lo que aumenta el dolor.

Con el tiempo, la uveítis puede provocar desgarro en el ángulo que cause incremento en la presión intraocular. Cuando la uveítis y el glaucoma son tratados, el dolor se resuelve.

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