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08 enero 2020

Científicos superan la barrera para desarrollar una retina artificial.

Escrito por Selina Powell para Optometry Today

Científicos de la Universidad de Stanford han hecho progresos hacia el desarrollo de una retina artificial al encontrar una manera de prevenir que los componentes dentro del dispositivo se sobrecalienten.

La investigación, que se publicó en IEEE Transactions on Biomedical Circuits and Systems, incluyó la compresión de datos visuales creados por las neuronas dentro del ojo.

Una retina artificial usa electrodos para convertir la información visual mandando impulsos eléctricos al cerebro.

Esto es un reto porque los electrónicos dentro de la retina pueden sobrecalentarse debido a la cantidad de información visual recolectada por el ojo.

Para sortear este obstáculo, los científicos desarrollaron un enfoque más selectivo para interpretar los datos visuales recolectados.

La técnica requiere 40 veces menos datos que el enfoque tradicional, creando el potencial para un chip implantable energéticamente eficiente.

Los investigadores destacan que este avance es clave no solo para el desarrollo de una retina artificial sino otras formas de interfase neuro-protésicas que convierten los impulsos nerviosos en señales de computadora.

Un ejemplo de otras áreas donde la tecnología podría ser útil incluye máquinas controladas por el cerebro que restauran el movimiento para los paralíticos.

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