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26 septiembre 2012

¿Porqué los gatos tienen un párpado interior además de los exteriores?

El veterinario Paul Miller de la Universidad de Wisconsin-Madison explica que el párpado interior de los gatos, llamado palpebra tertia, ha sido considerado como una curiosidad biológica tanto como el apéndice humano. De hecho, algunos artículos veterinarios de principios de 1900 describen los métodos para remover esta estructura supuestamente irrelevante a fín de facilitar el examen ocular.

A pesar de estas percepciones, el tercer párpado de los gatos juega un papel importante en el mantenimiento de la salud de la superficie ocular. De hecho, es tan importante que entre aves y mamíferos es común que tengan un tercer párpado y los que no lo tienen -como los humanos y algunos otros primates- son las verdaderas rarezas de la naturaleza.

La anatomía del tercer párpado es compleja. Es una capa de tejido cubierta por una membrana mucosa especializada (la conjuntiva) que por un lado toca la superficie interior de los párpados (superficie palpebral) y por el otro lado la córnea (superficie bulbar).

Incrustada en la superficie bulbar hay una densa población de folículos linfoides que están en contacto con la superficie del ojo y la película lagrimal. La función de estas estructuras es atrapar el polvo y desechos no deseados. Entre las dos capas de conjuntiva hay una glándula lagrimal accesoria que produce una parte importante de la película lagrimal.

En los gatos, como en la mayoría de las especies, el tercer párpado es lo suficientemente grande como para cubrir completamente la córnea y actuar como el brazo del limpiaparabrisas removiendo los desechos de la superficie y redistribuyendo las lágrimas sobre la córnea. Cuando el gato está alerta, el tercer párpado está escondido en la órbita del ojo y solo es visible una pequeña porción. Cuando está relajado, durante el sueño o en el parpadeo, sin embargo, la retracción del ojo permite que el párpado se deslice libremente sobre la superficie ocular.

La función exacta del tercer párpado en los gatos no es totalmente conocida pero se cree que es para proteger la gran córnea que tienen, de accidentes a medida que se mueven a traves de las ramas para capturar a sus presas. Adicionalmente la presencia de una glándula lagrimal accesoria les permite tener una mayor producción de lágrimas que en los primates.

También se cree que ayuda a mantener la superficie de los ojos más húmeda de lo que hacen los párpados externos. La pérdida del tercer párpado frecuentemente resulta en irritación crónica de la córnea y conjuntiva. En vista de esto la pregunta no debería ser ¿porqué los gatos tienen un tercer párpado? sino ¿porqué la gente no tiene un tercer párpado? En los humanos el tercer párpado ha sido reducido a una rudimentaria protuberancia de tejido en el canto interno del ojo.

Aunque la razón exacta de esta falta de tercer párpado no se conoce, puede estar relacionado al hecho de que los humanos no cazan como los gatos. Por eso habría poca ventaja en tener esta medida extra para proteger la superficie ocular.

Referencia



19 septiembre 2012

Los colores bajo el agua: segunda y ultima parte

La atenuación y dispersión reducen dramáticamente la cantidad de luz natural disponible bajo el agua, restringiendo la visión natural a la luz del día a solo unos cientos de pies en las mejores condiciones y uno o dos pies en las peores condiciones o de alta turbidez.

Si no hay suficiente luz (sin un auxiliar luminoso de buceo) para la visión de día, muchas capacidades visuales que damos por hecho fuera del agua, serán muy diferentes; incluyendo la agudeza visual, la visión del color, y la buena visión central.

En una situación de poca luz, la agudeza visual es muy pobre y el buzo no será capaz de leer; no tendrá una visión clara debido a que todos los objetos aparecerán blancos, grises o negros; tendrá que mirar indirectamente los objetos, para distinguir mejor que con la visión central. Más aún, para poder ver algo deberá adaptarse a la oscuridad.

Fuera del agua un individuo puede adaptarse gradualmente a la oscuridad durante el crepúsculo y probablemente no note el cambio en la visión; sin embargo, un buzo puede ir de la luz brillante en el bote hacia la oscuridad subacuática y quedar completamente ciego. Para funcionar efectivamente los ojos del buzo deben ajustarse a la iluminación tenue por al menos 30 minutos si ha estado en la luz brillante.

Alguna adaptación sucederá mientras el buzo desciende pero el ritmo de descenso no será tan lento como para hacer de esto una solución práctica, y se necesitarán otras técnicas. Esto es especialmente importante cuando el tiempo de buceo en el fondo es corto y la observación importante.

La manera más efectiva de adaptarse a la oscuridad es permanecer en ella por 15 a 30 minutos antes de bucear. Si esto es imposible, se recomienda el uso de goggles rojos. El sistema de visión nocturna de los ojos es relativamente insensible a la luz roja. Consecuentemente, si se usa un filtro rojo sobre la careta antes de bucear, los ojos se adaptarán parcialmente y al mismo tiempo habrá suficiente luz para seguir con las actividades en la visión de día.

Se ha establecido experimentalmente que el agua de mar altera la visión del color en la misma forma que el uso de lentes azules. Los rayos ultravioleta llegan más lejos mientras que los infrarrojos son absorbidos literalmente a centímetros bajo la superficie del agua. A una profundidad de 5 metros el agua deja pasar más del 45% del sector azul del espectro al tiempo que absorbe más del 60% del sector rojo. Por eso la superficie del agua parece azul.

Algunas actividades bajo el agua son difíciles de realizar aunque el buzo esté entrenado para trabajar con poca luz. En tales casos se recomienda usar iluminación artificial.

Referencia

Foto de Hacen Dadda






12 septiembre 2012

De la hojita del calendario

Para que pueda surgir lo posible es preciso intentar una y otra vez lo imposible.

Hermann Hesse.

05 septiembre 2012

Los colores bajo el agua: primera de dos partes

La visión del color bajo el agua, ya sea la visibilidad de los colores, la apariencia o legibilidad, es mucho más complicada que en el aire. La exacta visión del color bajo el agua requiere que los buzos conozcan los colores involucrados, entiendan la sensibilidad del ojo a los diferentes colores, conozcan la percepción de la profundidad y la distancia bajo el agua, y les sea familiar la naturaleza general del agua y las características de las aguas específicas involucradas. Existe información disponible de varias investigaciones acerca de cuales colores pueden ser vistos mejor y cuales serán invisibles bajo el agua.

También ocurren cambios en la apariencia de los colores bajo el agua. Por ejemplo, los objetos rojos frecuentemente aparecen negros bajo el agua. Esto se entiende al considerar que los objetos rojos aparecen rojos en la superficie debido a que reflejan la luz roja. Debido a que el agua clara absorbe preferentemente la luz roja, en la profundidad, no habrá luz roja que alcance el objeto para ser reflejada, y por lo tanto los objetos aparecen oscuros o negros. Del mismo modo un objeto azul en agua verde-amarillenta cerca de la costa podría aparecer negro.
La apariencia fantasmal de los buzos en una profundidad de 20 a 30 pies (6 a 9 m) de agua clara es otro ejemplo de la pérdida de la luz roja.

En general, menos y menos colores son percibidos a medida que la profundidad y la distancia bajo el agua se incrementan, y todos los objetos tienden a verse como si fueran del mismo color (el color que es mejor transmitido por un particular cuerpo de agua). Los objetos entonces deben ser diferenciados por su relativa brillantes u obscuridad. Muchos de los mas visibles colores son claros y que dan un buen contraste con el fondo oscuro del agua. Si el fondo fuera diferente (por ejemplo, si fuera arena), los colores más oscuros se verían mejor.

Los colores fluorescentes resaltan bajo el agua ya que los materiales fluorescentes convierten la luz de onda corta en luz de onda larga que rara vez está presentes bajo el agua, lo que aumenta el contraste de color.

El uso de códigos de color bajo el agua es complicado debido a esos cambios en la apariencia del color y solo unos pocos colores pueden ser empleados sin riesgo de confusión. El verde y el anaranjado son buenas opciones, ya que no se confunden en ningún tipo de agua.

Otra cuestión práctica se refiere al color más legible para ver instrumentos bajo el agua; y la respuesta depende de muchas condiciones que son especificadas en la Guía Humana de Ingeniería para Aplicaciones Subacuáticas (Human Engineering Guidelines for Underwater Applications).

En agua clara oceánica, la mayoría de los colores son igualmente visibles si son igualmente brillantes, pero en el agua muy turbia de los puertos, el rojo es mejor para la visión central y el verde es mejor para la visión periférica.

Referencia